El último nivel
SECA 21
Hank, mediante el uso de calentadores de microondas, proyectores hologránicos y cañones de solido, simula un incendio en el edificio de O*N*E. El Comandante Rogers, el Caballero Luna y la Viuda Negra entran en la Sala de Control, saben que entre los presentes hay un topo del Consejo de las Sombras. Tras presionarlos dejando que el Caballero Luna y la Viuda Negra dañen a varios agentes, finalmente la Teniente Hood decide confesar y les explica la existencia de un asunto relacionado con Paraguay, cosa que Hank confirma. Poco después les revela que el laboratorio encontrado en ese país que parecía ser un experimento de neonazis en realidad fue un experimento reproductivo del Consejo de las Sombras para intentar crear híbridos alienígenas capaces de comunicarse con mayor facilidad con sus amos, pero el fracaso parcial del mismo hizo que tuvieran que invernar a los engendros en unidades de refrigeración nuclear. La Teniente Hood tenía órdenes de destruir a los hibridos para evitar que cayeran en manos de sus enemigos. Quería vaciar el edificio y causar un incendio que los mataría, pero ahora que están a punto de desperar y que el edificio no ha sido evacuado ni hay un incendio, Hood está segura que todos van a morir. En el sótano han descendido varios miembros de los Vengadores Secretos. Los seres salen de sus tanques y atacan a los Vengadores Secretos, quienes a penas son capaces de resistir contra esas bestias capaces de regenerarse con rapidez. La Bestia urde un peligroso plan y rápidamente los Vengadores Secretos evacuan el edificio y escapan hacia la azotea. Segundos después, la Bestia usa los campos de fuerza de la nave para volar por los aires el edificio y con él a los monstruos. La Teniente Hood, una vez descubierta su tapadera, opta por suicidarse volándose la tapa de los sesos.
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