Conan el Bárbaro
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El comandante Narim-Bey tiene buenas referencias de Conan a través del Capitán Malthuz, así que decide encargarle la misión de viajar hasta la ciudad de Wan Tengri como espía para que le diga si la ciudad está preparada para ser conquistada por las fuerzas del Rey Yildiz.
CTB 32
El mercader de lanas Kassar lleva a Conan en el interior de su carro cargado hasta el techo. Al llegar a las puertas de la ciudad, el guardia no se fía y clava su lanza varias veces en la lana, pero aunque hace un rasguño en la pierna a Conan, este no suelta ni una queja y no es descubierto. Tras despedirse de Kassan y darle una bolsa de oro, Conan se adentra por las calles donde asalta a un mercante y le roba la bolsa. De pronto una voz le ordena detenerse, prácicamente paralizado por la brujería, Conan logra escapar a puras penas de un grupo de guardias. Tras despistarlos llama a la puerta de Tsien Hui diciéndole que viene de parte de Kassar. Conan ofrece a Kassar las joyas que ha robado, el hombre le advierte que únicamente comercia con objetos del exterior, así que Conan le dice que son de su madre, pero cuando Kassar las coge se desvanecen. Son joyas de uno de los siete magos de la ciudad, cualquier cosa que les sea robada pueden reclamarla. Mientras Conan interroga a Kassar aparece un grupo de guardias y Conan los derrota no sin cierto esfuerzo. Tras adentrarse en la casa buscando a Kassar encuentra un harén. Una de las chicas le ofrece una salida de la ciudad a través de un pozo sumergido en el baño donde ellas se encontraban, pero al adentrarse en él, la chica se convierte en un monstruo acuático. Conan a penas sobrevive al encuentro decapitándola. Prácticamente sin respiración sale del agua ya fuera de las murallas de la ciudad y pierde el conocimiento. Una figura simiesca se ha deslizado desde el techo de una casa y se dirige hacia él.
