Míster M

Los poderes mutantes de Absolon Mercator se manifestaron por primera vez en su Bélgica nativa. Tras un accidente en el que murió una persona, fue enviado a vivir con sus parientes en los Estados Unidos. Mercator vivía en el Barrio Mutante de New York, y se ganaba la vida utilizando sus poderes para arreglar cosas y hacer chapuzas domésticas a cambio de dinero. Era un solitario con problemas de personalidad, y normalmente solo abandonaba su apartamento por la noche. Su única amiga era Hannah Levy, una mutante que comía insectos.

Por aquel entonces se traficaba con secreciones de un mutante llamado Chico Sapo, que eran vendidas como drogas de diseño. Aunque los mutantes que las ingerían se recuperaban, los humanos morían violentamente. Mientras el oficial Ismael Ortega y el mutante Bishop investigaban el asunto, Míster M trató de ayudar al chico, diciéndole a su madre que le tenían secuestrado. Los hombres de Daniel Kaufman le buscaron tras identificarle en la cinta de una cámara de vigilancia. En el enfrentamiento con ellos, Míster M atravesó con su mano intangible a uno de los pistoleros, matándolo accidentalmente.

Hannah le animó a pedir ayuda a Ismael Ortega, y cuando acudió a su domicilio encontró Chamyra, la hija de Izzy, que había recibido un disparo accidental por parte de su propio hermano. Mercator retiró la bala, salvándole la vida, pero en ese momento llegaron Izzy y Bishop y pensaron que Míster M había atacado a Chamyra. Bishop trató de absorber la energía de Mercator, pero era más de lo que podía manejar, y Míster M consiguió huir. Confuso y enfadado, Mercator juró destruir el Barrio Mutante. Izzy y Bishop convencieron a Lara la Ilusionista de que engañase a Míster M, haciéndole creer que había destruido la ciudad. Entonces, su energía se disolvió inofensivamente en la atmósfera, y Mercator accedió a ser detenido.

Tras el Día-M, Mercator fue uno de los pocos mutantes que retuvieron sus poderes. Se dirigió hacia el campamento de refugiados mutantes situado en el Instituto Xavier, donde fue descubierto inmediatamente por O*N*E cuando derribó un centinela que estaba a punto de aplastar a una oruga. Los responsables del campamento de los 198 se dieron cuenta de que era una gran amenaza, especialmente porque los otros mutantes comenzaban a tratarle como una especie de mesías. Durante el tiempo que estuvo en el campamento, Mister M mantuvo una relación con Lorelei Travis, a la que había devuelto el cabello que le había cortado una banda antimutante.

Mercator decidió que tenía que liberar a los 198 del campamento, a pesar de los esfuerzos de la Patrulla-X y O*N*E por detenerle. Johnny Dee decidió que era una amenaza que debía ser eliminada y comenzó a maniobrar para conseguirlo. Míster M guió a los 198 hasta una isla y la Patrulla-X intentó hacerle regresar mediante el diálogo. Sin embargo, Johnny Dee, por orden del General Demetrius Lazer, había adquirido control de Sanguijuela y Magma, entre otros, y consiguió que los 198 atacasen a la Patrulla-X. En la refriega, Sanguijuela anuló los poderes de Mister M y Magma lo abrasó, acabando con su vida.

Lorelei y Sanguijuela velaron el cadáver de Mercator, pero al despertarse por la mañana, éste había desaparecido, y los dos mutantes se vieron rodeados de mariposas. Lorelei dijo a los 198 que algunas personas no mueren, sino que evolucionan.