Michael Janes

Poco se sabe del pasado de Michael Janes antes de unirse al ejército norteamericano, allí y con el grado de sargento, fue enviado al extranjero para luchar en la guerra de Vietnam. Mientras estaba en el frente, Janes y su patrulla fueron atacados por soldados del vietcong junto a un pequeño pueblo. Janes y sus compañeros se defendieron en una cruenta reyerta en la que ninguno de los dos bandos paró cuentas de los inocentes que vivían en el poblado y muchos de ellos murieron en el fuego cruzado. Finalmente los americanos fueron evacuados en helicóptero pero cuando estaban a punto de despegar, de la jungla salió un niño del poblado corriendo hacia el helicóptero agarrándose a él e intentando subir. Fruto de la tensión del combate que acababan de librar, Janes no se paró a pensar que lo que tenía ante él era un niño inocente y cegado por el odio a cualquier vietnamita, Michael lo arrojó a patadas desde lo alto pese a las protestas y súplicas de sus compañeros, el joven cayó al vacío y todos pensaron que había muerto. De vuelta a la base, los compañeros de Janes no dudaron en denunciarlo y Michael fue sometido a un consejo de guerra donde fue declarado culpable y sentenciado a veinticinco años en la prisión de Quantico. Abrumado por la culpa, Janes intentó redimirse y encontró refugio en la religión convirtiéndose al catolicismo y tomando los votos haciéndose sacerdote. Cuando tras catorce años de encierro fue puesto en libertad condicional, el Padre Janes pidió servir en los peores barrios de Nueva York, intentando ayudar a los marginados y a los oprimidos intentando salvar tanto sus almas como la suya.

Cierto día, a su iglesia acudió la joven Silueta buscando consuelo en la religión tras descubrir que su hermano se había convertido en un asesino, el padre Janes se dispuso a darle consejo espiritual pero entonces se produjo el ataque del Tigre de Bengala que buscaba asesinar al Padre Janes. Silueta logró evitar el asesinato pero Michael comprendió que su misterioso atacante era el niño, ahora adulto, al que años atrás había arrojado desde un helicóptero. El Padre Janes fue protegido por Silueta que recabó la ayuda de Destructor Nocturno y juntos, con la ayuda del Castigador, pusieron frente a frente al Padre Janes y al Tigre de Bengala y este último, ante el arrepentimiento de su víctima decidió perdonarle en el último momento.

Durante meses el Padre Janes y el Tigre de Bengala trabajaron juntos intentando una reconciliación que iba por buen camino hasta que el Tigre descubrió que un afamado hombre de negocios, Gai No Don, había sido en el pasado un general nor vietnamita que había asesinado a decenas de sur vietnamitas. Cuando el Tigre de Bengala desapareció, el Padre Janes se puso en contacto con Dwayne Taylor para impedir que su amigo cometiera un asesinato, ayudado por Silueta lograron detener al Tigre y evitar que se convirtiera en un asesino.

Gratamente sorprendido por la moral del Padre Janes, Dwayne lo tuvo en cuenta cuando planeó llevar a cabo una remodelación de su Junta Directiva de la Fundación Taylor, fue por ello que le ofreció a Michael Janes un puesto en dicha Junta para tener una visión humana de cómo usar los fondos de la Fundación, una perspectiva moral que hiciera frente a la perspectiva puramente empresarial. Comprendiendo que podría hacer un gran bien asesorando a la Fundación Taylor y dirigiendo su fundación benéfica hacia los más necesitados, el Padre Janes aceptó. Desgraciadamente no todo fueron tranquilas reuniones, ya que en cierta ocasión, reunido junto al resto de la Junta Directiva de la Fundación Taylor y mientras decidían si usaban fondos de la Fundación para ayudar a una Bosnia Herzegovina destruida por la guerra, el Padre Janes y sus compañeros fueron atacados por la Fuerza Aérea que habían sido contratados para destruir a los miembros más importantes de la Fundación. Cuando uno de sus compañeros resultó herido, el Padre Janes no dudó en hacer frente a sus atacantes ganándose el respeto del líder de estos, Cardenal, ya que ambos habían servido en Vietnam. Finalmente la confrontación terminó cuando Dwayne derrotó a los atacantes.

Poco después y como representante de la Fundación Taylor, el Padre Janes marchó al pequeño estado de Nadua, en el la costa este de Africa donde la Stark Internacional había construido una presa para una central hidroeléctrica que proveyera de electricidad a la capital donde vivían las clases altas. Desgraciadamente para poder construir la presa habían tenido que evacuar a cientos de indígenas que veían peligrar su modo de vida. El Padre Janes recomendó que se detuviera la construcción de la presa y tras la intervención de Destructor Nocturno y un malentendido con la Stark Internacional la construcción fue detenida. Desde entonces no se han vuelto a tener noticias del Padre Janes aunque es de suponer que continúa compaginando su trabajo como sacerdote y su labor en la Fundación Taylor.

La última vez que se vio a Michal fue cuando acudió a pedir ayuda a Justicia para que investigara la muerte de una joven fugitiva llamada Alison Gautling, tras lo cual no han vuelto a tenerse noticias suyas.