Eir-Gram

Loki quería saber si las Disir existían realmente o eran una leyenda. Para ello decidió forjar una espada a partir de un fragmento de la pureza del espíritu de Kelda. Cuando la diosa asgardiana fue herida de gravedad cuando el Doctor Muerte le arrancó el corazón, Loki aprovechó la circunstancia para arrancar literalmente un fragmento de su espíritu cuando la curó y le hizo olvidar lo que había ocurrido {T 614-FB}. Con el fragmento de espíritu de Kelda viajó hasta la Forja Infernal de Mefisto y allí forjó la espada Eir-Gram {T 613-FB}.

Loki atrapó varios espíritus y con ellos atrajo a las Disir. Con Eir-Gram se enfrentó a las valquirias malditas y mató a dos de sus miembros. Brün, la líder de las Disir, le juró lealtad {SIEGE:LOKI 1}. Loki entregó a Eir-Gram a su hija Hela, quien se la cedió temporalmente a Espejismo cuando le pidió que custodiara las almas de los dioses difuntos durante el Asedio de Norman Osborn a Asgard. Espejismo así lo hizo y usó la espada para ahuyentar a las Disir que habían acudido atraídas por las almas de los muertos {NM3 11}.

Hela volvió a usar la espada al poco de haber creado Hel en los dominios de Mefisto cuando fue atacada por las Disir. Pero las valquirias lograron cortarle un brazo y arrebatarle la espada mística. Para evitar que pudiera ser usada de nuevo en su contra, Brün pidió a Kara que se ocupara de ella. La valquiria intentó entregar la espada como regalo a Mefisto, pero el diablo sabía perfectamente el motivo de que se la diera y rechazó el ofrecimiento alegando que no quería involucrarse directamente en un conflicto con Hela. Kara le preguntó si podía dejarla en sus dominios y Mefisto le dio permiso. Así que la valquiria clavó la espada en la tierra y lanzó poderosos conjuros protectores sobre ella. Eventualmente Thor logró llegar hasta la espada y con la ayuda de su madre Gea se hizo con ella e hirió de gravedad a tres Disir. Göndul, una de ellas, reconoció que habían atacado Hel y eso desató la maldición de Bor calcinando a las valquirias. De regreso a Asgard, la espada comunicó a Thor que Kelda estaba a punto de cometer un regicidio y Thor lo detuvo clavando la espada en la diosa lo que causó que su alma volviera a reunirse y la espada desapareciera {T 611~ 614}.