Lady Dorma

Lady Dorma era una miembro de la aristocracia de la submarina Atlantis, que nació en el asentamiento que el emperador Thakkor estableció en el Antártico. Cuando aún era una niña, Dorma se convirtió en la compañera de juegos de su primo lejano y heredero al trono, el Príncipe Namor. Dorma se sintió atraída por Namor, el cual sin embargo no le prestaba atención a ella, sino a la habitante de la superficie Betty Dean.

Dorma fue una de las supervivientes del asentamiento Antártico de los atlantes, destruido por las maquinaciones del loco Paul Destine, llamado Destino. Dorma y los demás supervivientes vagaron durante años por las profundidades, manteniendo una vida nómada. Destino había usado sus poderes psiónicos para atacar a Namor, causándole amnesia y haciéndole vagar por la ciudad de Nueva York, ajeno a su verdadero origen e identidad. Finalmente Namor recuperó la memoria gracias a la ayuda de la Antorcha Humana.

Tras regresar al océano, Namor encontró Atlantis destruida tras el ataque de Destino, y culpó a la raza humana de destruir a su pueblo, tras lo cual declaró la guerra a la raza humana, lo que le llevó a un primer enfrentamiento con los 4 Fantásticos, fue entonces cuando conoció y se enamoró de Susan Storm, la Mujer Invisible. Tras ser rechazado por los 4 Fantásticos, Namor regresó al océano, y tras largo tiempo de búsqueda, logró encontrar el nuevo asentamiento de Atlantis, y fue declarado su nuevo gobernante.

Dorma, la cual había creído que Namor había muerto, se vio embargada por la emoción de ver a Namor de nuevo vivo. En ausencia de Namor, Dorma se había comprometido en matrimonio con el Señor de la Guerra Krang, pero al ver de vuelta a su enamorado, Dorma rompió el compromiso. Namor, al mando de las fuerzas de Atlantis, lanzó un ataque contra el mundo de la superficie, ataque que fracasó tras la intervención de Reed Richards, Mister Fantástico de los 4 Fantásticos. En venganza por su derrota, Namor secuestró a la mujer de Richards, Susan Storm. Viendo que Namor estaba enamorado de la Mujer Invisible en vez de estar enamorado de ella, Dorma se sintió desesperada e intentó atentar contra la vida de Susan. Namor llevó a la Mujer Invisible a un hospital para que se curara, confirmando las sospechas de Dorma, furiosa, Dorma convenció a Krang y al pueblo de Atlantis que Namor había ayudado a sus enemigos, y tras esto se unió a Krang y a los demás miembros de la aristocracia, que expulsaron a Namor del trono.

Poco más tarde Namor fue readmitido en el trono, pero mientras Namor se encontraba en Nueva York, Krang dirigió un golpe de estado que debía colocarle a él en el trono de Atlantis. Todavía enamorada de Namor, y poniendo en riesgo su vida si Krang sabía lo que estaba haciendo, Dorma fue a Nueva York para avisar a Namor de los planes del Señor de la Guerra. Namor regresó de inmediato a Atlantis, en la cual Krang se había erigido como el nuevo gobernante. Dorma ofreció a Namor su ayuda, y cuando este arrogantemente no la aceptó, Dorma furiosa le delató ante los guardias, los cuales capturaron a Namor, y lo llevaron ante Krang. Dorma esperaba que el shock de ver que había perdido el trono le devolvería a Namor, pero no fue así, y cuando Krang encerró a Namor en una celda, Dorma le ayudó a escapar. Sin embargo, Krang, que sospechaba de la lealtad de Dorma, la había estado vigilando, y le permitió liberar a Namor solamente para tenderle una trama y acabar con él. Pese a ello Namor logró escapar de la trampa y huir de Atlantis.

Krang logró coger a Dorma como prisionera, y le exigió que se casara con él, cuando Dorma se negó, la encerró en las profundidades, donde habitaba la raza de extraños seres conocidos como los Sin Rostro. Namor acudió a rescatarla, y cuando ambos estaban huyendo, y uno de los Sin Rostro hirió a Dorma, Namor, mientras la estaba curando, comprendió que él también estaba enamorado de Lady Dorma. Finalmente Namor derrotó a Krang, y volvió a recuperar el trono de Atlantis, y Namor y Dorma, que ahora estaban profundamente enamorados, reinaron en Atlantis.

Ahora que Namor le correspondía en el amor, Dorma nunca más se dejó arrastrar por los celos, ni por sus mezquinas venganzas por que Namor no la quería, es más, durante un tiempo Dorma fue la confidente y aliada más fiel de su amado, excepto durante el breve periodo de tiempo en que Dorma cayó bajo la influencia de la mística Corona Serpiente. Finalmente, al poco de la boda de Namor con Lady Dorma, esta fue secuestrada por la enemiga de Namor, Llyra, que junto a sus hombres la capturó y la encerraron en el centro oceanográfico propiedad de la madre de Llyra, la humana Rhonda Morris. Llyra utilizó sus poderes para cambiar de aspecto para asumir la forma de Dorma, y ocupar su puesto en la boda, cuando la ceremonia terminó, Llyra recuperó su verdadero aspecto, y declaró triunfante ante todos los atlantes que ella era ahora la nueva princesa de Atlantis. Sin embargo, de acuerdo con las leyes de Atlantis, dado que Dorma había hecho un juramento de lealtad al trono, y que su nombre figuraba en el registro donde constaban los nombres de los monarcas, Dorma era la verdadera soberana de Atlantis, pese a su ausencia en la ceremonia.

Llyra huyó de Atlantis, pero Namor la persiguió hasta el centro oceanográfico donde retenía a su amada. Llyra, al ver que Namor la había seguido, rompió la cápsula de agua donde estaba encerrada Dorma, y que además le permitía respirar. Incapaz de respirar fuera del agua, Dorma comenzó a sofocarse, mientras, Llyra utilizó sus poderes psiónicos para ordenar a los cientos de animales marinos del centro que atacaran a Namor. Heróicamente, y en sus últimos momentos de vida, Dorma logró atacar por la espalda a Llyra, consiguiendo romper su control psiónico sobre los atacantes de Namor, este logró entrar en el centro oceanográfico segundos después de que Llyra escapara. Namor acudió en ayuda de Dorma, pero era demasiado tarde, Lady Dorma murió en los brazos de Namor, diciéndole que le amaba.