Genghis

Genghis es la contrapartida del hechicero del mismo nombre de la Tierra 616. Poco se sabe del pasado y orígenes de Genghis, así como las similitudes que tiene con su contrapartida, solo se sabe que tuvo alguna experiencia mística de la cual se desconocen los detalles pero que le dejaron al borde de la locura, pese a lo cual y a pesar también de su avanzada edad, los conocimientos de ocultismo del anciano le convertían en uno los magos mas poderosos del planeta.

Esto lo demuestra el hecho que el Anciano convocara a Druida junto a los llamaos “Magos Blancos”, cuando Dormammu, una amenaza contra la Tierra, aumentó sus fuerzas al incorporar a los dos adeptos mas prometedores en el ámbito de la magia como eran el Barón Mordo y Stephen Extraño.

Como algunos de los presentes eran pesimistas sobre las posibilidades que tenían de hacer frente a Dormammu, el Anciano les habló del Ojo de Agamotto y la experiencia que había tenido al encontrarse cara a cara con Eternidad.

Uno de los Magos Blancos, el Doctor Druida sugirió utilizar el Ojo de Agamotto para convocar a Eternidad, puesto que sabía que era de los pocos que podría detener a Dormammu, pero sus compañeros le sacaron esa idea de la cabeza, sin embargo, esa misma noche junto a Genghis, logró encontrar un hechizo con el que contactar con el ser cósmico.

Aquella noche, los magos blancos fueron objeto del ataque por parte de un ejército de espectros liderados por Extraño, pero los magos levantaron mediante un encantamiento, un domo de luz brillante que les protegió del ataque. Sin embargo Extraño, con el poder que Dormammu le proporcionaba, redobló su ataque, esto provocó que el Doctor Druida, temiendo que el enemigo no tardara en abrir brecha en sus defensas, decidiera hacer un último y desesperado intento, lanzando el hechizo para convocar a Eternidad y Genghis se unió a él, recitando el hechizo que abrió un portal a la dimensión donde se encontraba Eternidad.

Comprendiendo que un encuentro directo con Eternidad en estas condiciones sería mortal, los magos blancos lograron mantenerse firmes evitando ser arrastrados a la dimensión de Eternidad pero Genghis, tal vez debido a su estado de locura o tal vez precisamente por estar harto de ella, prefirió ser arrastrado hasta la otra dimensión muriendo al instante.