Amazonas

En medio de la jungla brasileña, en las cercanías de la desembocadura del Amazonas, se hallaba la ciudad oculta de Nueva Roma, creada por Selene y poblada tanto por nativos de Brásil como por turistas occidentales secuestrados, a los cuales Selene había lavado el cerebro para hacerles creer que eran descendientes del antiguo Imperio Romano que habían escapado tras la caída de la República, cruzando el Océano y arribando a Brásil donde fundaron la ciudad.

La propia Selene se aseguró un lugar de privilegio en la sociedad de Nueva Roma, como esposa (ficticia) de uno de los principales senadores de la ciudad, Marco Gallio, madre (ficticia) del líder del Senado, el Senador Aquilla y líder del Culto del Fuego, lo que le facilitaba un suministro constante de jóvenes de Nueva Roma que eran sacrificadas y su fuerza vital absorbida por la sacerdotisa, que se aseguraba así su poder y juventud. El aumento de la muerte de chicas jóvenes asustó a los habitantes de Nueva Roma, los cuales enviaron a sus hijas a la jungla, decenas de ellas abandonaron la ciudad creando las Amazonas y viviendo en la jungla.

En un momento dado, el Senador Aquilla envió a su hija Amara con las Amazonas, no por temor al Culto de Fuego sino porque creía que podía convertirse en objetivo de su rival político, el Senador Gallio, ya que se encontraban en plena disputa por obtener el gobierno de Nueva Roma. Amara se unió a las Amazonas, ocultando su pelo rubio con una peluca y tiznando su piel para parecer descendiente de los incas.

Siempre vigilantes de cualquier injerencia del mundo exterior, las Amazonas patrullaban tanto la jungla como el río para prevenir la presencia de extranjeros. Fue así como descubrieron la presencia de un barco que surcaba las aguas y cuando las jóvenes vieron que varios de los pasajeros del barco desembarcaban, el grupo del que formaba parte Amara les tendió una emboscada.

Lo que las Amazonas desconocían era que sus supuestas víctimas eran miembros de los Nuevos Mutantes dotados de poderes sobrehumanos, las jóvenes atacaron a dos de ellos, Bala de Cañón y Espejismo, los cuales dispersaron a las chicas y capturaron a Amara, a la que confundieron con una nativa debido a su disfraz. Los jóvenes mutantes se llevaron a su prisionera al barco pero poco después fueron traicionados por un miembro de la tripulación, Castro, que los drogó y envió a la embarcación hacia una catarata. Los mutantes apenas si sobrevivieron aunque tanto ellos como Amara sobrevivieron, aunque fueron capturados por soldados al servicio de Gallio que los llevaron a Nueva Roma. Amara contó su historia a los jóvenes mutantes los cuales terminaron aliándose con el Senador Aquilla y con las Amazonas para derribar al Senador Gallio y a sus tropas mientras que la propia Amara, ayudada por los Nuevos Mutantes, derrotaba a Selene.

No se han vuelto a tener noticias de las Amazonas como grupo aunque es de suponer que tras el fin de la ilusión mental creada por Selene, recuperarían sus recuerdos y regresarían a sus hogares.