Peotr

Peotr nació como orangután de laboratorio en un centro especializado en experimentos con primates para pruebas en cohetes relacionados con la carrera espacial que enfrento a la URSS y a Estados Unidos durante la guerra fría y que estaban al cargo de Ivan Kragoff, un astronauta soviético que tomó la decisión de hacer un viaje espacial para exponerse a los rayos cósmicos y desarrollar poderes al igual que los Cuatro Fantásticos. Viajó con su tripulación formada por el propio Peotr y otros dos simios: un mandril llamado Igor y Mikhlo el gorila. Al tener su nave sin protección para los rayos cósmicos, Kragoff y los tres monos recibieron una dosis mayor de dichos rayos y desarrollaron diversos poderes. Peotr fue dotado con un poder cuya naturaleza no se ha concretado todavía. Parece ser que pudiera tratarse del control del magnetismo o tal vez del control de la gravedad, sea como fuere le permite mover objetos de naturaleza concreta. Kragoff les bautizó a los tres primates como Súper-simios y el cuarteto poseía un enlace psíquico que hacía que los tres animales compartieran mente racional con Kragoff quien adquirió el nombre de Fantasma Rojo. Pero los 4 Fantásticos viajaban por el espacio también y fue la Antorcha Humana la que les descubrió. Ambos cuartetos aterrizaron en el Área Azul de la Luna y comenzaron a combatir. Los Súper-simios y el Fantasma demostraron ser superiores a los 4 Fantásticos como demostró Peotr al enfrentarse contra ellos y Kragoff logró congelar a Míster Fantástico y secuestrar a Susan Storm. La Antorcha y la Cosa consiguieron rescatar a su compañera pero el Fantasma Rojo escapó y cometió un acto de imprudencia al penetrar en la base del Vigilante. Éste se enfureció y envió a Kragoff junto a Míster Fantástico que había conseguido un arma capaz de paralizarle. Peotr y sus compañeros se rebelaron contra el Fantasma y aparentemente se desorganizaron, reapareciendo más tarde y siendo de nuevo derrotado gracias a Sue y a uno de los muchos ingenios del Vigilante, que le transportó a su país.

Después de la fallida alianza del cuarteto con el Hombre Topo contra los Vengadores, el Fantasma Rojo fue hipnotizado como otros muchos villanos, por el Doctor Muerte para atacar a Reed y Sue en el día de su boda, llevándose a los Súper-simios con él pero Kragoff fue enviado a otra dimensión por el Doctor Extraño. Regresó de nuevo y fue erróneamente informado de que sus simios habían muerto, pero cuando descubrió que tanto Peotr como los otros dos primates seguían vivos y que los Súper-simios esperaban reunirse con él los recuperó y comenzó a experimentar en ellos con un amplificador de rayos cósmicos para aumentar sus poderes pero falló y aunque Peotr consiguiera mayor control de sus habilidades lo que permitió canalizar sus poderes de naturaleza desconocida hasta la posibilidad de crear rayos eléctricos controlables, el Fantasma quedó en un estado intangible atrapado. El orangután usó sus poderes para secuestrar a Tony Stark para que diseñase un aparato que le permitiese volver a ser tangible. Después de ello Kragoff descubrió que si se volvía intangible sus átomos se dispersaban y solo su fuerza de voluntad los mantenía unidos. Queriendo solucionar esto se embarcó acompañado del trío secretamente en la nave en la que Reed Richards iba a recuperar sus poderes elásticos, y la radiación consiguió que recuperase la capacidad de ser tangible o intangible a voluntad. Tras ello se ha enfrentado a una con su mentor y sus compañeros con otros héroes como Spiderman, los Power Pack, Quasar o sus compatriotas Supersoldados Soviéticos, pero sin llegar nunca a representar un gran problema.

Meses después de su última pelea, los tres Súper-simios fueron raptados por el Comandante Courage, miembro de ministerio de defensa belga que estaba creando una raza de Licantroborgs para conquistar toda la Tierra. Para ello Courage drogó al Fantasma Rojo para que la doctora Nyles consiguiera la reprogramación de la mente de seres inferiores y así se hizo con el control de los Súper-simios. Alejarle del control de sus tres compañeros debilitó al Fantasma hasta el grado de ingresarlo en el ala médica del ministerio belga. De allí fue rescatado por la Bestia y Constrictor quienes, tras ser atacados por ellos previamente, le devolvieron el control de sus Súper-simios. Kragoff se vengó del comandante Courage clavándole una estaca de hierro que hizo explotar su cuerpo cyborg {M/CP 92}. Más tarde, tal vez como consecuencia de los hechos acaecidos en Bélgica, los 4 Fantásticos se encontraron a Kragoff, descubriendo sorprendidos que mientras Mikhlo, Igor y Peotr habían aumentado su inteligencia y actuaban por cuenta propia, la de Kragoff había disminuido notablemente {FF3 3}. El Fantasma Rojo y sus simios fueron encerrados en la Jaula, una prisión de alta seguridad donde ofrecieron sus servicios al General {W2 165}.

Algún tiempo más tarde, el Fantasma Rojo y los Súper-simios se aliaron con el Doctor Pain para hacerse con el control del país africano de Niganda. Kragoff deseaba crear un nuevo país comunista, pero los Súper-simios tenían otros planes en la cabeza. Fabricaron un virus capaz de matar a los humanos con el que planteaban crear un paraíso para los primates. Finalmente el Fantasma Rojo se tuvo que aliar con la Patrulla-X y la Pantera Negra para detener al poderoso Paine, al que arrancó el cerebro con sus poderes de intangibilidad y ayudó a frustrar los planes de Peotr y sus compañeros evitando que el contenedor que tenía el virus se rompiera {X 175~ 176; BP4 8~ 9}. Pese a este enfrentamiento se supone que Peotr continúa con el resto de los Súper-simios a las órdenes de su mentor Ivan Kragoff.