Layla Miller

Según ha contado la propia Layla, sus padres murieron en un accidente de tráfico, y ella acabó en el Orfanato Saint Joan de New York. Poco después se manifestaron sus poderes mutantes, haciendo que le crecieran cuernos y exhalando fuego por la boca, y los horrorizados responsables del orfanato la expulsaron. Sin embargo, es posible que Layla sea una creación de los poderes de la Bruja Escarlata, y no existiera antes de que la mutante cambiara la realidad para crear un mundo gobernado por los mutantes.

En la realidad creada por Wanda, Layla era una estudiante de la Escuela Pública 45 de Brooklyn y vivía con sus padres. Cuando se manifestaron sus poderes, descubrió que podía percibir realidades diferentes y que recordaba el mundo como era antes de que la Bruja Escarlata lo rehiciera. Decidió encontrar al héroe conocido como Daredevil, pero en su lugar se encontró con Luke Cage, el más poderoso señor del crimen de la Cocina del Infierno, y líder del movimiento de resistencia humano. Layla mostró a Cage retazos de su vida anterior, y él se vió a sí mismo como un héroe que esperaba el nacimiento de su hijo. Layla se unió al grupo de Cage y juntos rescataron a Lobezno, un mutante que también era capaz de recordar su vida anterior. Entonces decidieron utilizar los poderes de Layla para devolver la memoria a otros héroes.

Con la colaboración de la mutante telépata Emma Frost, Layla restauró la memoria de varios héroes, y éstos decidieron organizar un asalto a Genosha para enfrentarse a la Bruja Escarlata. El ataque a Genosha consiguió que Wanda restaurara la realidad a su anterior estado, en un evento que más tarde se conocería como el “Día-M”. Sin embargo, la desquiciada Bruja Escarlata decidió que los mutantes eran los responsables de todos los males de su familia, y, al rehacer el mundo, hizo que la inmensa mayoría de la población mutante perdiera sus poderes.

Cuando la realidad fue restaurada, solo unos pocos eran conscientes de lo que había ocurrido. Layla despertó en el orfanato de nuevo, aunque sin sus poderes. Poco después, se fugó del orfanato y se presentó en las oficinas de Investigaciones Factor-X, una agencia de detectives ubicada en el Barrio Mutante de New York, para impedir que descubriesen la verdad acerca del Día-M. Cuando se le preguntaba, Layla solo decía que "sabía cosas".

Layla se unió a Factor-X, y reveló que uno de sus informantes había sido asesinado por un agente de Investigaciones Singularidad, una enigmática agencia de seguridad liderada por Damian Tryp que trataba de recrear el virus del Legado. Layla previno a Factor-X de enfrentarse directamente a Singularidad, advirtiendo que eso sería desastroso para el grupo. En lugar de ello, la joven comenzó a utilizar su habilidad para predecir el futuro para guiarles en la dirección correcta. Cuando Singularidad envió un asesino a las oficinas de Factor-X para eliminar a Rictor, Layla le estaba esperando y consiguió que acabara electrocutado. Sin embargo, cuando Siryn sufrió una brutal paliza por un agente de Singularidad, sus compañeros de Factor-X le echaron la culpa a Layla de no haberles avisado, y ella decidió regresar al orfanato.

Poco después, la directora del orfanato dejó de nuevo a Layla bajo la custodia de Factor-X. Layla quedó muy sorprendida por la presencia de Mercurio, ya que era un punto ciego en sus capacidades precognitivas, y se propuso acabar con él. En una ocasión, afirmó que Jamie Madrox y ella se casarían en el futuro. Esta revelación no le gustó nada a Jamie, ya que Layla era más de diez años menor que él. Esta posibilidad ha sido corroborada por una visión del futuro que tuvo Loba Venenosa, en la que se vio a sí misma asesinando a Layla y Jamie en su noche de bodas.

Jamie envió a uno de sus dobles al futuro, por medio de una máquina del tiempo creada por Forja, y Layla se aferró a él en el último segundo, siendo transportada a un tiempo en el que los mutantes se encontraban recluidos en campos de concentración. Allí fue encarcelada y marcada como mutante, aunque los escáneres unas veces la identificaban como mutante, y otras como humana. En ese campo de concentración conoció a Lucas Bishop cuando éste aún era un niño, y gracias a él supo que en ese futuro la humanidad había decidido acabar con la amenaza mutante, después de que Hope, la primera mutante nacida tras el Día M, matara a un millón de humanos. Layla mató al doble de Jamie para que sus recuerdos volvieran al Madrox original, tras lo cual escapó del campo de concentración y se unió a la conocida como "Rebelión Summers", formada por Cíclope y su hija Ruby, entre otros mutantes.

Siendo ya adulta, Layla trajo a Madrox a ese futuro, y juntos visitaron a un envejecido Doctor Muerte, que les dio una de sus "Anclas Muerte", artefactos que permitían que los cambios producidos en el pasado afectaran a la misma linea temporal, en vez de crear una divergente. Muerte traicionó a los mutantes, haciéndolos enfrentarse a Cortex, el duplo de Madrox que murió en el campo de concentración y que había sido devuelto a la vida con diversos poderes, como el control mental o la inmortalidad. Durante el combate, Cortex mató a Trevor Fitzroy, y Ruby obligó a Layla a usar con él su poder de resurrección, que hasta el momento ella había intentado ocultar. Tras vencer a Cortex y a los Centinelas, Layla regresó al pasado, encontrándose con ella misma cuando aún no se había unido a Factor-X, y traspasó todos sus recuerdos a su yo infantil.

Tras la desaparición de la Mujer Invisible se reveló que Layla tras su lelgada al presente había estado viviendo con el Doctor Muerte en calidad de asesora durante un año a la espera de cruzar su camino con Factor X de nuevo durante la búsqueda de Susan {XF 200~ 203}.

Durante la segunda venida, Bastión asignó a Bolivar Trask y su División de Respuesta Mutante la misión de atacar y matar a todos los miembros de Investigaciones de Factor X. Al llegar al aeropuerto de Dublín, Layla y Estrella Rota acudieron en ayuda de Teresa Cassiday y durante el enfrentamiento Layla utilizó la tecnología adquirida al Doctor Muerte para combatir a los soldados MRD y guiar a Monet para cambiar el rumbo de la batalla {XF 205~ 208}.

Tras del encuentro de Monet con el Barón Mordo, ambas chicas tienen un fuerte enfrentamiento ya que M no se fía de Layla desde que descubrió su relación con Muerte. M se desmayó de agotamiento y Layla la cuidó hasta que las dos se unieron al resto de los X-Factor en un viaje a Las Vegas {XF 209}.

Cuando Guido recibió un disparo mortal mientras protegía al editor J. Jonah Jameson, los médicos intentaron que no muriera sin éxito. Entonces fue Layla la que usó su poder para resucitarle pese al miedo que constituía el hecho de que Guido pudiera perder el alma en el proceso {XF 217}.