Mjolnir

Según la leyenda, cuando Thor tenía ocho años de edad, Odín le envió a Nidarvellir, el País de los Enanos, ya que dos de ellos, Ertri y Brokk, habían creado tres regalos para el Señor de Asgard, uno de ellos era el Mjolnir; no obstante su mango había sido demasiado corto por la insidiosa (e inadvertida) intervención de Loki. Odín le explicó a Thor que el Mjolnir estaba reservado para él, y que se lo daría cuando demostrase su valor y que era digno de merecerlo.

Otros hablan de que, en el comienzo de los tiempos, los dioses asgardianos precisaban de una poderosa arma para enfrentarse a sus enemigos. Así, Odín encargó al herrero enano Ertri que la crease para ellos. Junto a sus compañeros Brokk y Buri, el maestro herrero utilizó el corazón de una estrella como molde, al propio cosmos como forja, para así dar forma a Mjolnir, bendecido por la fuerza de Odín. Fue con esta arma con quien Odín dio muerte a Laufey, rey de los gigantes y padre biológico de Loki, a quien adoptaría como hijo propio.

Sea como fuere, durante años Thor luchó por ser lo suficientemente fuerte y digno para poseer el martillo, y fue responsable de muchas gestas heroicas, hasta que finalmente, cuando contaba con 16 años, llego la hora en que Odín le otorgó a su hijo el Mjolnir, al considerar finalmente que ya merecía ser portador de un arma tan increíble. Es de suponer que sería posteriormente cuando el martillo recibió su famosa inscripción: "Todo aquel que levante este martillo, si es digno, poseerá el poder de Thor". Desde entonces, Mjolnir ha acompañado a Thor en casi todas sus gestas.

El Mjolnir ha sido capaz de revivir al moribundo Galactus, ha sido capaz de herir a un Celestial, ha sido capaz de devolver la energía a estrellas y soles, etc. En manos de Thor, es quizás una de las armas más poderosas del Universo. El Mjolnir es un arma virtualmente indestructible, según el propio Thor, su destrucción acarrearía graves trastornos de nivel cósmico, a pesar de ello, alguien que fuera más poderoso que los hechizos de Odín, podría vencer los encantamientos de Odín, e incluso destruir el martillo.

No obstante, ha sido fragmentado, e incluso destruido, en diversas ocasiones. Una de ellas fue en la lucha contra los Celestiales, en la que el martillo explotó después de almacenar en su interior energía suficiente para matar a un Celestial, aunque finalmente los Celestiales, conocedores del vínculo existente entre martillo y el dios, lo recrearon. También fue destruido por el Doctor Muerte, durante las Guerras Secretas, cuando Muerte había absorbido los poderes del Todopoderoso, y lanzó un rayo que además de acabar con los héroes, también partió el martillo, aunque el propio Todopoderoso lo rehízo. Otros casos merecen un análisis más definido, el Hombre Molécula logró dispersar, gracias a su control sobre las moléculas, las moléculas del martillo, aunque después solo hubo de unirlas para rehacer el martillo, por lo que no fue realmente destruido.

Más recientemente, el martillo de Thor fue partido por la mitad en un combate contra uno de los Dioses Oscuros, Perrikus, pero a de tenerse en cuenta que en ese momento el martillo estaba poseído por uno de los poderosos magos conocidos como los Encantadores, que mediante hechizos había logrado introducir su esencia en Mjolnir, para desde el interior ir tomando poco a poco el control del martillo, lo que le permitió vencer los hechizos de Odín, y poder empuñar el martillo. Durante el último Ragnarok (que terminaría por devastar realmente Asgard), Mjolnir fue fragmentado de nuevo al chocar contra cuatro mazas creadas a partir del molde de Odín, encontrado por Loki, y con el que Surtur había forjado martillos tan poderosos como Mjolnir. Antes de la destrucción total, sin embargo, el martillo fue reforjado de nuevo por Surtur, dejándolo, si esto era posible, más poderoso que antaño. Cuando Asgard y los reinos subyacentes fueron destruidos, Thor entró en un estado de "hibernación cósmica"; mientras dormía, Mjolnir viajó atravesando las dimensiones hasta caer en el medio oeste americano (más concretamente en Oklahoma), donde fue protegido y estudiado (en vano) por el gobierno estadounidense. Aunque el Doctor Muerte (que había sido liberado del infierno por el paso del martillo) intentó reclamar el arma, resultó no ser digno de ello. Después de que una muchedumbre intentase levantar a Mjolnir, un anodino humano (con las siglas D. B. en su maletín) se hizo con él y desapareció entre una luz cegadora. Es de suponer que Mjolnir ha regresado a manos de su verdadero dueño, pero las intenciones del renacido Thor continúan siendo un misterio.

Al margen del verdadero martillo del dios del trueno, han existido otros martillos hechos a semejanza de Mjolnir. De hecho, han existido (al menos uno) anteriores encarnaciones del martillo: en un Asgard anterior a la actual, el dios asgardiano Thor también poseía un Mjolnir; dos de los supervivientes al Ragnarok que la destruyó (Modi y Magni) arrojaron al martillo de las tormentas hacia Midgard, en donde el impacto le convertiría en el infame oro de los nibelungos. Otras armas similares, y también creadas en la forja del enano Eitri, son el Destructor de Tormentas (entregado a Bill Rayos Beta por el propio Odín, creada a la imagen de Mjolnir), Thunderstrike (un mazo de uru menos poderoso, pero también con propiedades místicas similares al Mjolnir original), o el martillo de uru que Loki entregó a Tormenta cuando intentó convertirla en diosa del trueno. El propio Loki entregó un martillo místico similar a Mjolnir al mercenario bocazas conocido como Masacre, para que éste se enfrentase a Thor. No obstante, todos estos martillos eran siempre más débiles que el original; esto no dejó de ser así hasta que Loki se hizo con el molde de Odín, gracias al cual (y ayudado por la forja de Surtur, el demonio de fuego) fue capaz de entregar a sus ejércitos (y a sí mismo) martillos encantados tan potentes como el propio Mjolnir. Todo esto desencadenaría el Ragnarok que terminó con Asgard. Durante la reciente guerra civil superheroica de los EEUU, el bando pro-registro creó un Mjolnir que imitaba algunos de sus poderes de forma tecnológica, y se lo entregó al clon-cyborg de Thor que también habían creado para apoyarles.